- la creación de un blog, que no es otro que el que estáis leyendo ahora.
- el mundo de Internet 2, así como la penetración de las nuevas tecnologías en la sociedad de la información.
Me centraré en este último punto que es el que hemos tratado en teoría.Tengo que reconocer que hoy he oído hablar por primera vez de Internet 2, y como muchos de vosotros no sabréis lo que es, lo explico: es una red telemática de alta velocidad en la que participan más de 100 universidades estadounidenses; pero podemos preguntarnos, si ya tenemos Internet, ¿para qué queremos otra red? Pues simplemente porque nos ofrece mejores servicios, un gran ancho de banda, y podemos estar tranquilos en cuanto a nuestros datos, pues nos proporciona una mayor privacidad y seguridad.
Pero claro, paralelos a estos avances que se suceden día a día en la red, se han formado y se siguen formando grupos de intelectuales que o bien creen que Internet es muy importante para toda la sociedad, o bien se oponen a las nuevas tecnologías, y claro está también hay quienes se sitúan en una posición intermedia.
Aunque, viendo que hay corrientes y por tanto miembros de la sociedad que se oponen a las nuevas tecnologías, se nos podría plantear otra duda: la penetración de éstas, ¿aumenta o disminuye? La verdad es que esta cuestión se puede responder gráficamente y de un vistazo observando los datos de "eEspaña 2006" o del "Informe de la Fundación Telefónica de 2006". Son datos como : que desde 1995 a 2006 hemos pasado de ser 26 millones de usuarios a nivel mundial, a ser 1018 millones; que más del 40% de los ciudadanos de la U.E. utilizaron Internet al menos una vez a la semana en el año 2005; que, centrándonos en España, el acceso a Internet ha ido creciendo también desde mediados de los 90 (cuando los usuarios sumaban 242) hasta 2005 (fecha en la que ya eran 12.923); pero asimismo observamos que nuestro país no es de los que más han evolucionado en esta tecnología pues con respecto al mundo nos situamos entre un 20 y un 35% de penetración, superándonos así no sólo gran parte de América sino también los países nórdicos, Reino Unido, Alemania y otros.
Por su parte, la telefonía móvil sí que ha influido visiblemente en los españoles pues hemos pasado de un 50,93% de inclusión en 1998 a un 91,80% en el 2º trimestre del 2005 (aunque nos supera invatible, Suecia, con un 100% de penetración).
Aunque, sin duda, lo más interesante son las redes sociales; es el fenómeno de la web 2.0, la nueva etapa en el avance de Internet. Hasta ahora quizá sólo tuviéramos constancia de aquellas redes que establecemos con nuestro amigos, compañeros, etc., es decir, las que son más bien físicas, sin embarso existe toda una "comunidad de internautas" que constituyen lo que en inglés se denomina social networking (redes sociales, en las que se trabaja en grupo). Y si aún no nos hacemos a la idea de lo que es, seguro que lo comprenderemos mejor al citar ejemplos como: "Wikipedia"-en la que todos alguna vez hemos buscado alguna información y a la que podemos contribuir escribiendo sobre aquello de lo que sabemos-, "My space"-destaca por encima de los demás servicios del social networking- que creamos para que nuestros amigos vean cómo somos y lo que hacemos, o "You Tube" que tanta revolución causó el pasado año con la campaña de MTV "Amo a Laura". Y dentro de esta red, el fenómeno del blog ha ido evolucionando también significativamente con el paso del tiempo, siendo considerado el 2005 en España como el año de "la visibilidad social de los blogs" gracias a la adopción de este formato por los medios de comunicación en Internet. Pero lo que realmente hace de los blogs una red social no es ni más ni menos que el hecho de que los ciudadanos de a pie como tú y como yo podamos compartir con toda la comunidad virtual nuestros sentimientos, opiniones, conocimientos -de hecho, se ha potenciado el fenómeno a partir de conflictos como la guerra de Irak, o a raíz de las campañas electorales en EEUU-, diarios, etc.
En definitiva, hay que reconocer que ya no nos movemos sólo a través de un mundo "tangible" en cierta medida, sino que hemos ido creando un mundo paralelo a través del que nos podemos comunicar virtualmente. Y por poco o mucho que nos guste Internet y las otras nuevas tecnologías, no podemos cerrar los ojos ante la realidad: la expansión se hace cada día mayor y nosotros -menos aún un periodista- no podemos quedarnos al margen de la misma.
